Hace meses que no posteo nada. Mis garabatos se me deshacen,
cuando los tengo en mis manos, como alambre herrumbrado. Tengo en estos
momentos tres proyectos de narraciones que son inequívocas novelas pero solo
puedo avanzar sobre ellas milímetro a milímetro, retrocediendo dos o tres
palabras ante cada frase tipiada, me preocupa mucho el largo de las frases y el
gran, gran, problema de los diálogos en español. Siempre se critica la castración
de la imaginación, (producida por la España inquisitorial) pero yo creo que la
perdida más grave del castellano esta en los diálogos. Y aquí (en “Bermejo”) la
única literatura que consigue elevarse sobre los juegos mentales y el plagio es
la nacida de la oralidad.
No vale insistir en que estoy “en crisis” eso en mí es un
lugar común y además creo que la prosa en general es una expresión de las
tenciones agresivas de la sociedad cristalizadas en el discurso del narrador.
No es que me queje de la actividad subversiva en que me he encaminado
–escribir- solo aclaro que pude empezar a comunicarme cuando esto incluía la
contrapartida de un silencio subjetivo absoluto.
Y me cuesta sostener ese silencio. Hoy debo agradecer que haya
gente que ya me leyó y que valoro lo expresado. Pero eso implica un reacomodo
sísmico de las placas tectónicas de mi sique (o de las cordilleras, puedo
decirlo ya que este texto trata de asumirse). Quisiera, antes que nada,
agradecer la publicación en La revista que nunca duerme de uno de mis primeros cuentos, La
niña y la tormenta.
“La niña y la tormenta” fue escrito a principios del año
2009, a un mes del aluvión de barro que destruyó media ciudad de Tartagal (yo
me fui de allí a fines de diciembre del 2008, el alud ocurrió a mediados del
mes de enero del año siguiente). Creo que solo lo leyó mi madre y fue una
suerte porque rezumaba tanta pedantería y resentimiento que lo destruí. Tardé
un año en decidirme a reformular la idea. Creo que conseguí hacerlo desde una
perspectiva más humana. El cuento en si
no es demasiado original. Los pobladores de Tartagal sufrieron los campamentos
en que los burócratas encargados de sostener su supervivencia se enriquecieron obscenamente.
El viejo chaqueño tratado como un objeto, respetado solo mientras se comportase
como si solo fuera “parte del paisaje”, se eleva a alturas ignoradas gracias al
arte de su música. En realidad siempre se supo que hubieron varios muertos en
ese desastre, solo que gracias al férreo control del estado los cuerpos no
aparecieron jamás.
Yo vi en ese desastre que aquí podíamos escribir. Que aquí
debíamos escribir como única forma de elevarnos del infierno en que día a día
elegimos persistir. Si, han cercado nuestro monte y lo han transformado en una
caldera, en un motor de agonía y desesperanza. El capitalismo ganó rostro
humano y profundidad simbólica. Hoy la desgracia y la discriminación son
motores simbólicos tan efectivos y masivos como las fábricas inglesas de fines
del siglo XIX.
En fin, más allá de digresiones políticas, me enorgullece
haber sido publicado en esa web.
También me enorgullece haber sido publicado en papel. El día
22 de febrero estaré en Salta junto a otros autores que consiguieron esta
oportunidad. Sin ese privilegio hubiese pasado varios años de amansadora ya que
la autoedición está completamente fuera de mis posibilidades personales. Y
aunque mi calidad narrativa no termina de ayudarme, siento desconfianza hacia
la política cultural de mi país, un kitsch progresista en el que el drama
existencial no halla espacio (fíjense en la pobre difusión de Aballay, film
basado en un excelente relato de Dal Masetto).
Volviendo al tema, aun no definí si sostendré el blog con
nuevos relatos o iré presentando capítulos o si lo transformare en blognovela.
Lo concreto es que estoy en el trance de redefinir mi tan preciada vocación de
narrar desde el silencio. En pocos días hare una reseña sobre la presentación
colectiva en Salta en la que, como dije, estoy incluido. Deséenme suerte.
haciendo esfuerzos para desenterrar mi pobre salteñinidad pregunto:
ResponderBorrarah????
COMO ME ESPLICARIAS LA MUERTE DE LOS SOLDADOS CONSCRIPTOS POR EL ATAQUE MONTONERO EN FORMOSA ?
ResponderBorrarCHA!! Podria improvisar una respuesta (irresponsabilidad no me falta), pero mejor conservo las pauperrimas apariencias de cordura de las que aun hago gala. Es decir que mejor te pregunto: ¿Por qué me haces esa pregunta? ¿Dónde se lia esa pregunta con este post?
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